Pastel de Calabacín y Limón con Glaseado de Jengibre

Pastel de Calabacín y Limón con Glaseado de Jengibre

Este pastel es una forma creativa y deliciosa de incorporar un vegetal inesperado en la repostería, resultando en un bizcocho increíblemente húmedo y tierno. La dulzura sutil del calabacín se equilibra a la perfección con el toque cítrico del limón y el glaseado especiado de jengibre, convirtiéndolo en una sorpresa para el paladar.

Cocinar con vegetales en postres no solo te permite experimentar con nuevos sabores y texturas, sino que también añade valor nutricional a tus creaciones. Es una excelente manera de disfrutar de un capricho dulce de forma más saludable.

La combinación del calabacín rallado con la ralladura de limón crea una fragancia fresca y un sabor vibrante que es ideal para cualquier época del año. El glaseado de jengibre, con su calidez especiada, eleva el postre a un nivel superior, haciéndolo único y memorable.

A pesar de lo que pueda sugerir su nombre, la preparación de este pastel es muy sencilla. Con unos pocos pasos, podrás lograr un postre sofisticado y delicioso que dejará a todos preguntándose cuál es el ingrediente secreto. Es una receta ideal para sorprender a familiares y amigos.

El pastel de calabacín y limón es una prueba de que la innovación en la cocina siempre trae recompensas. Es un postre que no solo satisface el deseo de algo dulce, sino que también es una experiencia sensorial completa.

INGREDIENTES

  • 250g de calabacín, rallado y escurrido
  • 180g de harina de trigo
  • 150g de azúcar
  • 2 huevos grandes
  • 100ml de aceite vegetal
  • La ralladura de un limón grande
  • 1 cucharadita de levadura en polvo
  • Media cucharadita de bicarbonato de sodio
  • Una pizca de sal

PREPARACIÓN

Precalienta el horno a 175°C y prepara un molde para pastel. La preparación del molde es un paso crucial para asegurar que tu pastel se desmolde sin problemas.

En un bol grande, mezcla la harina, la levadura, el bicarbonato de sodio y la sal. Esta mezcla seca es la base de la estructura de tu pastel.

En otro bol, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté cremosa. Incorpora el aceite y la ralladura de limón, mezclando bien hasta que todo esté integrado.

Agrega el calabacín rallado y escurrido a la mezcla húmeda. El secreto es escurrirlo bien para evitar que el pastel se vuelva demasiado denso y que se mantenga su humedad.

Incorpora los ingredientes secos a la mezcla húmeda en dos partes, mezclando suavemente con una espátula. No mezcles en exceso, solo hasta que la harina se integre.

Vierte la masa en el molde preparado y hornea durante 40-50 minutos. Sabrás que está listo cuando al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.

Deja que el pastel se enfríe completamente antes de desmoldarlo y añadir el glaseado. El glaseado se prepara mezclando azúcar glas, zumo de limón y un toque de jengibre en polvo hasta obtener una consistencia fluida.

Este pastel no solo es una deliciosa sorpresa, sino también una excelente forma de aprovechar el calabacín de una manera totalmente nueva. Su textura y sabor únicos lo convierten en un favorito instantáneo.

Disfruta de la magia de hornear con ingredientes inesperados y de la reacción de tus invitados al descubrir el secreto de su increíble humedad.