El postre perfecto para cualquier ocasión es aquel que combina sabor, textura y tradición. Entre los postres más emblemáticos y deliciosos, se encuentra el flan de huevo, un clásico que nunca pasa de moda. Con su textura suave y cremosa, y su sabor ligeramente dulce, es un acompañante ideal para aftermath de cualquier comida. Además, su preparación es más sencilla de lo que imaginas, lo que lo hace accesible para todos aquellos que desean deleitar a sus seres queridos con un postre casero auténtico.
INGREDIENTES
- 4 huevos
- 1 taza de azúcar
- 1 taza de leche
- 1/2 taza de crema
- 1 cucharadita de vainilla
- Para el caramelo: 1 taza de azúcar y 1/2 taza de agua
PREPARACIÓN
Para empezar, se debe preparar el caramelo que será la base de nuestro flan. Esto se logra calentando la azúcar y el agua en una sartén a fuego medio, revolviendo constantemente hasta que la mezcla adquiera un color dorado intenso y comience a burbujear, momento en el que se retira del fuego y se vierte en el molde que se utilizará para el flan, asegurándose de que el caramelo cubra todo el fondo.
Luego, en un tazón grande, se baten los huevos junto con el azúcar hasta que la mezcla esté suave y espumosa. A continuación, se agregan la leche, la crema y la vainilla, y se mezcla todo hasta que quede bien integrado y suave. Esta mezcla se vierte sobre el caramelo que ya se ha distribuido en el molde.
Se coloca el molde en una bandeja para horno llena de agua caliente, asegurándose de que el agua llegue aproximadamente a la mitad del molde, y se hornea a una temperatura moderada durante unos 40 minutos, o hasta que el flan esté firme y apenas tembloroso en el centro.
Una vez que el flan esté listo, se saca del horno y se deja enfriar completamente antes de refrigerarlo durante varias horas. Antes de servir, se desmolda con cuidado y se puede adornar con frutas frescas o crema batida, según el gusto.
Para disfrutar al máximo de este delicioso postre, es importante tener en cuenta algunos consejos. Primero, asegúrate de que el caramelo esté bien firme antes de agregar la mezcla de huevo, para evitar que se mezcle con ella. Segundo, no abras el horno durante el tiempo de cocción, ya que esto puede hacer que el flan no termine de cocinarse correctamente. Y tercero, ten paciencia y no te apresures a servir el flan apenas salga del horno, ya que debe reposar y enfriarse para que su textura quede suave y cremosa. Así que no esperes más, ¡prepara tu propio flan de huevo casero con caramelo y sorprende a tus seres queridos con este postre reconfortante y delicioso! ¡Esperamos que disfrutes preparándolo y comiéndolo tanto como nosotros!