Lasaña de Calabacín y Espinacas con Salsa de Tomate Casera

Lasaña de Calabacín y Espinacas con Salsa de Tomate Casera

Esta lasaña es una versión ligera y refrescante de un clásico italiano, en la que las láminas de pasta se sustituyen por finas lonchas de calabacín. El resultado es un plato lleno de sabor, nutritivo y sorprendentemente ligero, que te permite disfrutar de todos los sabores de una lasaña tradicional pero de una forma más saludable. Es la opción perfecta para una comida familiar o una cena entre semana, un plato que siempre es un éxito.

Cocinar con vegetales como el calabacín te permite explorar nuevas texturas y sabores. En este plato, el calabacín se vuelve tierno y sedoso al hornearse, absorbiendo todos los sabores de la salsa de tomate y las especias. Es una receta que demuestra que la comida saludable puede ser tan deliciosa y reconfortante como cualquier otra.

La combinación del calabacín, la espinaca, el queso y la salsa de tomate casera crea una sinfonía de sabores y texturas que deleitará a todos. La frescura de las espinacas se equilibra a la perfección con la riqueza del tomate, y el queso, que se derrite y se dora, aporta un toque irresistible.

A pesar de que tiene varios pasos, la preparación de esta lasaña es muy gratificante. El resultado final vale cada minuto invertido, y el proceso te hará sentir como un verdadero chef. Es un plato ideal para aquellos que buscan una opción vegetariana y saludable que no sacrifique el sabor.

La lasaña de calabacín y espinacas es un plato que celebra la abundancia de los vegetales y la creatividad en la cocina. Es una receta que te hará ver la lasaña con nuevos ojos, un recordatorio de que a veces los mejores cambios son los más sencillos.

INGREDIENTES

  • 2 calabacines grandes
  • 250g de espinacas frescas
  • 250g de requesón o ricotta
  • 100g de queso mozzarella, rallado
  • 1 cebolla, picada finamente
  • 2 dientes de ajo, picados
  • 400g de tomate triturado
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Orégano y albahaca seca
  • Sal y pimienta al gusto

PREPARACIÓN

Comienza precalentando el horno a 180°C. Corta los calabacines a lo largo en lonchas muy finas (aproximadamente 3mm de grosor). Puedes usar una mandolina para este paso. Coloca las lonchas en una bandeja y sazona con sal para que suelten el exceso de agua. Sécalas con papel de cocina después de 15 minutos.

Mientras tanto, prepara la salsa de tomate. En una sartén, calienta un poco de aceite de oliva y sofríe la cebolla y el ajo. Añade el tomate triturado, el orégano y la albahaca, y cocina a fuego lento durante 15 minutos. Rectifica de sal y pimienta. Esta es la base de sabor de tu lasaña.

En un bol, mezcla el requesón o ricotta con las espinacas frescas picadas, sal y pimienta. Esta será la capa cremosa entre las lonchas de calabacín.

Para montar la lasaña, vierte una capa fina de salsa de tomate en el fondo de una fuente para horno. Coloca una capa de lonchas de calabacín. Luego, extiende una capa de la mezcla de requesón y espinacas. Repite las capas, terminando con una capa de calabacín y el resto de la salsa de tomate por encima.

Espolvorea el queso mozzarella rallado por encima y hornea durante 30-40 minutos, o hasta que el queso esté dorado y burbujeante. El tiempo de horneado es clave para que el calabacín esté tierno.

Deja reposar la lasaña durante 10 minutos antes de servir para que se asienten los jugos y las porciones se mantengan intactas. Es un plato que se disfruta mejor tibio, con su interior cremoso y su exterior dorado.

Esta lasaña de calabacín y espinacas es un plato que te hará sentir satisfecho y saludable. Es una receta que celebra los vegetales y la magia de la cocina casera.