Flan de Vainilla con Caramelo y Chocolate: la receta casera

El flan de vainilla con salsa de caramelo y chispas de chocolate es un postre clásico que evoca la dulzura de la infancia, pero con un toque moderno y decadente. Su textura suave y cremosa, combinada con la amargura sutil del caramelo y el crujido de las chispas de chocolate, lo convierte en el final perfecto para cualquier comida.

Esta receta es ideal para cualquier celebración familiar, cena especial o, simplemente, para darte un capricho. Aunque requiere algo de paciencia en la cocción, el resultado es una recompensa espectacular que sorprenderá a todos tus invitados por su sabor y elegancia en la presentación.

Lo que realmente destaca de este flan es el equilibrio de sabores. La esencia pura de la vainilla es la base aromática, que se realza con el caramelo oscuro y se corona con el contraste del chocolate. Es un postre tierno, fácil de comer y con una riqueza inigualable.

A pesar de su apariencia sofisticada, el flan es sorprendentemente fácil de dominar en casa. La cocción al baño María asegura una cocción uniforme, que es la clave para obtener esa textura sin burbujas ni agujeros. ¡Te garantizamos que este flan de vainilla con salsa de caramelo y chispas de chocolate se convertirá en tu receta de cabecera!

Flan de Vainilla con Caramelo y Chocolate: la receta casera más irresistible

Aprende a preparar el postre definitivo: un cremoso flan de vainilla con salsa de caramelo y chispas de chocolate, tierno y con una capa de caramelo brillante que te enamorará.

Ingredientes de la receta

Para el Caramelo:
150 g de azúcar blanco
3 cucharadas de agua
Para el Flan:
4 huevos grandes
3 yemas de huevo
500 ml de leche entera
200 ml de nata líquida (crema de leche)
100 g de azúcar blanco
1 vaina de vainilla (o 1 cucharada de extracto de vainilla de buena calidad)
Para el toque final:
50 g de chispas de chocolate negro (o rallado)

Tiempo de preparación

Preparación: 25 minutos
Cocinado: 60 – 75 minutos
Refrigeración: 4 horas (mínimo)
Total: 7 – 8 horas (con reposo)

Preparación del flan de vainilla con salsa de caramelo y chispas de chocolate paso a paso

La paciencia y la temperatura son claves para un flan perfecto. Sigue estas instrucciones para lograr la textura soñada de tu flan de vainilla con salsa de caramelo y chispas de chocolate.

Preparar la mezcla (El caramelo y la base)

Comienza precalentando el horno a 160°C (320°F). Prepara el caramelo: en un cazo a fuego medio, derrite el azúcar con las 3 cucharadas de agua. No remuevas, solo ladea el cazo. Cuando adquiera un color ámbar dorado intenso, retira del fuego y viértelo rápidamente en el fondo de los moldes individuales o en un molde grande, cubriendo bien la base.

A continuación, calienta en otro cazo la leche y la nata. Si usas vaina, ábrela, raspa las semillas y añádelas junto con la vaina al líquido. Calienta sin que llegue a hervir, apaga el fuego y deja infusionar unos 10 minutos. Retira la vaina. En un bol aparte, bate ligeramente los huevos enteros, las yemas y el azúcar restante, hasta integrar sin incorporar demasiado aire (no debe espumar). Vierte la mezcla de leche y nata caliente lentamente sobre la mezcla de huevos y azúcar, mientras bates suavemente para homogeneizar.

Hornear o cocinar

Cuela la mezcla final del flan para asegurarte de que no haya restos de clara o burbujas. Vierte la mezcla sobre el caramelo en los moldes. Coloca los moldes en una fuente de horno grande y añade agua muy caliente a la fuente hasta que el agua alcance al menos la mitad de la altura de los moldes (cocción al baño María).

Hornea a 160°C (320°F) durante 60 a 75 minutos. El tiempo exacto dependerá del tamaño del molde. Estará listo cuando, al insertar un palillo cerca del borde, salga limpio, pero el centro aún esté ligeramente tembloroso. Retira la fuente del horno, saca los flanes del baño María y déjalos enfriar completamente a temperatura ambiente.

Servir y presentar

Una vez fríos, refrigera el flan de vainilla con salsa de caramelo durante al menos 4 horas (idealmente toda la noche). Para desmoldar, pasa un cuchillo fino por el borde del molde y dale la vuelta sobre el plato de presentación.

El caramelo derretido caerá formando la salsa. Justo antes de servir, espolvorea las chispas de chocolate sobre la salsa de caramelo y el flan para dar el toque final crujiente.

Consejos para que el flan de vainilla con salsa de caramelo y chispas de chocolate quede perfecto

El baño María es no negociable: Asegura una cocción suave y uniforme, esencial para la textura sedosa sin poros. Usa agua caliente para evitar un choque térmico.

Cuela la mezcla del flan: Este paso elimina cualquier grumo o burbuja de aire, garantizando una textura totalmente lisa y homogénea, digna de pastelería.

No batas demasiado los huevos: Solo mezcla hasta integrar. Batir en exceso incorpora aire, lo que provoca la aparición de pequeños hoyos o burbujas en el flan.

Variantes de la receta

Flan de Vainilla y Ron: Sustituye 50 ml de leche por ron añejo en la mezcla. El ligero sabor alcohólico le da una profundidad especial a la base de vainilla.

Flan de Vainilla y Café: Infusiona media taza de café expreso fuerte en la leche y la nata, reduciendo la cantidad de leche para mantener el volumen. El sabor de café con caramelo y chocolate es un clásico infalible.

Flan con Caramelo Salado: Cuando hagas el caramelo, añade una pizca de sal marina gruesa justo antes de retirarlo del fuego. Este toque de sal potencia increíblemente el dulzor.

Con qué acompañar el flan de vainilla con salsa de caramelo y chispas de chocolate

El flan de vainilla con salsa de caramelo y chispas de chocolate es rico por sí mismo, pero algunos acompañamientos realzan su sabor.

Combina perfectamente con una cucharada de nata montada sin azúcar o un merengue suizo tostado. Para beber, un café expreso corto, un licor de avellanas o un vino dulce tipo Moscatel son elecciones excelentes. Si buscas una fruta que contraste, unas fresas frescas cortadas o unas frambuesas añaden acidez y color.

Cómo conservar el flan de vainilla con salsa de caramelo y chispas de chocolate

La conservación del flan es sencilla, dada su base láctea y cocida.

En nevera: El flan se conserva perfectamente durante 3 a 5 días en la nevera, cubierto con papel film o en un recipiente hermético. Es un postre ideal para preparar con antelación.

En congelador: No se recomienda congelar el flan, ya que la textura cremosa puede volverse granulada y separarse al descongelar, debido al alto contenido de lácteos y huevos.

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