Flan de café con crema de avellanas
El flan de café con crema de avellanas es uno de esos postres capaces de conquistar desde el primer bocado. Su mezcla perfecta entre la intensidad del café y la suavidad de la crema de avellanas crea un equilibrio único, ideal para cerrar una comida con un toque elegante y reconfortante.
No es solo un postre, es una experiencia que seduce tanto por el sabor como por la textura cremosa que lo caracteriza.
Este flan es uno de esos dulces que logran sorprender, porque une lo clásico con un giro moderno. El café siempre ha sido un ingrediente muy presente en la repostería, pero al combinarse con la avellana, se eleva a un nivel diferente, sofisticado y casi gourmet.
A lo largo del tiempo han existido muchas versiones de este postre, sin embargo, esta variante con café y crema de avellanas tiene un aire contemporáneo que lo hace irresistible para quienes buscan algo fuera de lo común. Prepararlo puede convertirse en una excusa perfecta para compartir un momento especial con amigos o familia.
Lo fascinante de este flan no es solo su sabor, sino también su capacidad de despertar recuerdos. El café remite a esas sobremesas largas, mientras que el dulzor de la avellana aporta calidez y ternura, convirtiendo cada porción en un abrazo de sabor.
Además, es tan versátil que puede servirse en una cena formal, en un encuentro íntimo o incluso como un capricho personal en una tarde tranquila. Su encanto radica en esa doble personalidad: sofisticado y a la vez cercano. Preparar flan de café con crema de avellanas es regalar un instante de verdadera indulgencia.
Ingredientes del flan de café con crema de avellanas
- 500 ml de leche entera
- 200 ml de café expreso
- 120 g de azúcar
- 4 huevos grandes
- 200 g de crema de avellanas
- Caramelo líquido para el molde
Tiempo de preparación
- Preparación: 15 minutos
- Cocción: 45 minutos
- Reposo: 2 horas
- Total: 3 horas
Preparación del flan de café con crema de avellanas paso a paso
En primer lugar, precalienta el horno a 180 °C y prepara un molde con caramelo líquido en el fondo.
Después, en un cazo a fuego medio, calienta la leche junto con el café, removiendo suavemente para que los aromas se integren bien.
Mientras tanto, en otro bol, bate los huevos con el azúcar hasta conseguir una mezcla homogénea.
A continuación, añade la crema de avellanas y continúa batiendo hasta que quede bien incorporada.
Luego, vierte lentamente la mezcla de leche y café, sin dejar de remover, para evitar que se cuajen los huevos.
Cuando todo esté integrado, cuela la mezcla para retirar cualquier grumo y viértela en el molde preparado.
Coloca el molde en una bandeja de horno con agua caliente, creando un baño maría que permitirá una cocción delicada.
Finalmente, hornea durante 45 minutos aproximadamente, comprobando la cocción con un palillo.
Deja enfriar a temperatura ambiente y después lleva a la nevera al menos 2 horas para lograr la textura perfecta antes de desmoldar.
Consejos para que el flan de café con crema de avellanas quede perfecto
Bate con suavidad: evita hacerlo en exceso para que no se formen burbujas.
Controla el horno: si notas que empieza a dorarse demasiado rápido, cúbrelo con papel de aluminio.
Respeta el reposo: el frío es clave para que el flan adquiera firmeza y cremosidad.
Con qué acompañar el flan de café con crema de avellanas
Este postre combina perfectamente con nata montada, galletas crujientes e incluso con unas avellanas tostadas espolvoreadas por encima.
También queda delicioso con una bola de helado de vainilla o con un chorrito extra de café al servir.
Cómo conservar el flan de café con crema de avellanas
Guarda el flan en la nevera dentro de un recipiente hermético o bien tapado con film.
Puede mantenerse en buen estado durante 4 días sin perder su sabor ni textura. Evita congelarlo para no alterar su consistencia cremosa.
Variantes de la receta
Con chocolate: agrega unas cucharadas de cacao en polvo para enriquecer aún más el sabor.
Versión ligera: utiliza leche desnatada y crema de avellanas sin azúcar para una opción más saludable.
Con licor: unas gotas de licor de café o de avellana potenciarán los aromas y darán un toque adulto y sofisticado.