Un clásico de la cocina española, donde el pollo se impregna del delicioso sabor del ajo y el vino blanco, acompañado de unas irresistibles patatas doradas. Un plato fácil, reconfortante y lleno de sabor.
INGREDIENTES
- Ajo
- Sal
- Aceite de oliva
- Pollo troceado
- Vino blanco
- Patatas
- Perejil fresco
- Pimienta negra
PREPARACIÓN
Dorar el pollo en una sartén con aceite caliente hasta que quede bien sellado.
Añadir los ajos laminados y dejar que se doren ligeramente.
Verter el vino blanco y dejar reducir para que el pollo absorba el aroma. Salpimentar al gusto y cocinar hasta que esté bien hecho y jugoso.
Mientras tanto, freír las patatas en abundante aceite caliente hasta que queden crujientes por fuera y tiernas por dentro. Retirar y escurrir sobre papel absorbente.
Servir el pollo con las patatas doradas y espolvorear con perejil fresco picado.