La receta de macarrones gratinados con queso y bechamel es una de las más populares y deliciosas opciones para un almuerzo o cena especial.
Cocinar en casa siempre es garantía de una comida más saludable y equilibrada, y esta receta no es la excepción, ya que permite controlar los ingredientes y la cantidad de queso y crema utilizados.
El sabor de los macarrones gratinados con queso y bechamel es inigualable, ya que la combinación de la pasta al dente con la crema bechamel y el queso derretido es perfecta.
La preparación de esta receta es relativamente sencilla, ya que solo se necesitan unos pocos ingredientes y algunos pasos básicos en la cocina.
INGREDIENTES
- 250g de macarrones
- 50g de mantequilla
- 50g de harina
- 500ml de leche
- 200g de queso cheddar rallado
- 100g de queso parmesano rallado
- Sal y pimienta al gusto
PREPARACIÓN
Cocina los macarrones en una olla grande con agua hirviendo y sal hasta que estén al dente, luego escúrrelos y reserva.
Derrite la mantequilla en una sartén a fuego medio y agrega la harina, revolviendo constantemente para evitar que se formen grumos.
Agrega la leche poco a poco, revolviendo constantemente, y cocina hasta que la mezcla espese y forme una crema suave.
Agrega el queso cheddar y el queso parmesano, y revuelve hasta que estén completamente derretidos y la mezcla esté suave y cremosa.
Agrega los macarrones cocidos a la crema bechamel y revuelve hasta que estén bien cubiertos.
Pasa la mezcla a un recipiente para horno y espolvorea con más queso rallado por encima.
Hornea en un horno precalentado a 180°C durante 20-25 minutos, o hasta que el queso esté dorado y burbujeante.
Sirve caliente y disfruta de esta deliciosa receta de macarrones gratinados con queso y bechamel.
La presentación de este plato es fundamental, ya que el queso derretido y la crema bechamel dan un toque especial a la receta.
El sabor de este plato es inigualable, ya que la combinación de la pasta al dente con la crema bechamel y el queso derretido es perfecta.
Puedes acompañar esta receta con una ensalada fresca o con un poco de pan tostado para un toque crujiente.
En general, esta receta es perfecta para cualquier ocasión, ya que es fácil de preparar y deliciosamente increíble.