Esta receta de cookies de chocolate y pistacho con trozos crujientes es una combinación perfecta de sabores y texturas que seguro te encantará.
Cocinar en casa siempre es una excelente manera de asegurarte de que estás comiendo algo saludable y delicioso, y estas cookies no son la excepción, ya que puedes controlar los ingredientes y las cantidades según tus preferencias.
Los pistachos le agregan un toque crujiente y un sabor único a estas cookies, mientras que el chocolate proporciona la dulzura necesaria para equilibrar el sabor.
El proceso de preparación es relativamente sencillo y no requiere de demasiados ingredientes especiales, lo que la hace accesible para cualquier persona que quiera probar algo nuevo en la cocina.
El resultado final es una cookie crujiente por fuera y suave por dentro, con un sabor a chocolate y pistacho que seguro te dejará wanting más.
INGREDIENTES
- 250g de mantequilla derretida
- 1 taza de azúcar morena
- 1 taza de azúcar blanca
- 2 huevos
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla
- 2 y 3/4 tazas de harina de trigo
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 taza de trozos de chocolate
- 1/2 taza de pistachos picados
PREPARACIÓN
En un bol grande, mezcla la mantequilla derretida con el azúcar morena y el azúcar blanca hasta obtener una mezcla homogénea.
Agrega los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición, luego agrega el extracto de vainilla y mezcla bien.
En un bol aparte, mezcla la harina de trigo, el polvo de hornear y la sal, luego agrega esta mezcla seca a la mezcla húmeda y mezcla hasta que esté justo combinada.
Agrega los trozos de chocolate y los pistachos picados, y mezcla hasta que estén distribuidos de manera uniforme.
Cubre la mezcla con plástico y refrigera durante al menos 30 minutos para que se enfríe y se endurezca un poco.
Precalienta el horno a 180°C y coloca las porciones de la mezcla en una bandeja para hornear forrada con papel para hornear, dejando un espacio de unos 5 cm entre cada cookie.
Hornea durante 10-12 minutos, o hasta que las cookies estén doradas y crujientes por fuera y suaves por dentro.
Retira las cookies del horno y déjalas enfriar en la bandeja durante unos minutos antes de transferirlas a una rejilla para enfriar completamente.
Una vez que estén frías, puedes almacenarlas en un contenedor hermético durante varios días, y disfrutar de una deliciosa cookie en cualquier momento.