La mousse de fresa y nata es un postre clásico y delicioso que puede ser disfrutado en cualquier época del año.
Es una preparación ligera y refrescante, perfecta para calmar el antojo de algo dulce sin sentirse culpable.
La textura esponjosa de esta mousse se logra gracias a la incorporación de nata montada, que le da un toque ligero y aéreo.
La combinación de fresas frescas y nata crea un sabor intenso y afrutado que es simplemente irresistible.
INGREDIENTES
- 250g de fresas frescas
- 200ml de nata para montar
- 100g de azúcar granulada
- 1 cucharadita de jugo de limón
PREPARACIÓN
Lava las fresas y retira los tallos y las hojas, luego córtalas en trozos pequeños y colócalas en un procesador de alimentos.
Agrega el azúcar granulada y el jugo de limón al procesador y procesa hasta que las fresas estén completamente trituradas y el azúcar esté disuelta.
Pasa la mezcla de fresas a un bol grande y refrigera durante al menos 30 minutos para que se enfríe completamente.
Mientras tanto, monta la nata en un bol separado hasta que esté firme y esponjosa.
Une la nata montada a la mezcla de fresas fría y mezcla suavemente con una cuchara hasta que estén bien combinadas.
Vierte la mousse en copas individuales o en un molde grande y refrigera durante al menos 2 horas antes de servir.
La mousse de fresa y nata es un postre perfecto para cualquier ocasión, ya sea una cena familiar o una reunión con amigos.
Puedes decorarla con fresas frescas o nutritivas para agregar un toque de color y frescura.
Disfruta de esta deliciosa mousse y no dudes en experimentar con diferentes sabores y combinaciones para crear tus propias creaciones.